Información institucional
La Asociación Solidaria de Corazón es una asociación sin ánimo de lucro, que trabaja en el ámbito autonómico canario, pero centraliza todo su esfuerzo en la cooperación internacional, realizando proyectos en países en vía de desarrollo, poniendo especial énfasis en trabajar los derechos y valores de todas las niñas, niños y jóvenes. A través de estas intervenciones, proyecta su compromiso con un mundo más justo y en igualdad. Además, favorece la inclusión social de todas las personas, con independencia del lugar donde hayan nacido y realiza intervenciones educativas de concienciación a la población sobre los problemas que afligen a la ciudadanía del mundo, creando de esta manera, un pensamiento unificado de los derechos humanos.
Es por ello por lo que el principal objetivo de la Asociación Solidaria de Corazón es trabajar en pro de la infancia y de la juventud, sean cuales sean sus circunstancias.
Inscripción en Registro de Asociaciones de Canarias
La Asociación Solidaria de Corazón figura inscrita en el Grupo 1 / Sección 1 – Asociaciones, con el Número Canario de Inscripción 23652 (G1/S1/23652-18/TF) en el Registro de Asociaciones de Canarias, en virtud de Resolución de fecha 10 de septiembre de 2018.
Domicilio Social
Calle Tomás González Rivero, 9, 38260, Tejina, San Cristóbal de La Laguna.
Descargar Certificado de inscripción en el Registro de Asociaciones de Canarias
La Asociación Solidaria de Corazón nació en el año 2018, después de un voluntariado de cinco meses en Senegal del fundador de la asociación, Dailos González, donde pudo trabajar en ayuda a la infancia y comprobar las precarias condiciones en las que los niños y niñas se encuentran.
En Senegal existen en torno a 50.000 niños y niñas que viven en la calle. Estos son conocidos como niños talibés (niño estudiante del Corán) y son entregados por sus padres a un marabú (profesor del Corán) para que vivan en las daaras (escuelas coránicas). La mayoría de estos niños son obligados a mendigar y a pedir en la calle descalzos y sin apenas ropa, para poder subsistir en la daara que se encuentra en situaciones pésimas y sin las condiciones higiénico sanitarias adecuadas: no tienen agua, ni luz, ni mobiliario, llegando los niños a dormir incluso en el suelo y viéndose obligados a realizar sus necesidades en los campos aledaños a las aldeas.